Conocer el dinero que vas a necesitar para tener la casa de tus sueños es un dato más que importante. Un presupuesto realista de la reforma de una vivienda unifamiliar es el punto de partida para plantearte qué puedes hacer y qué no.
Cuanto más detallado sea el presupuesto, mejores decisiones podrás tomar. Además, es la manera de no tener sorpresas desagradables que echan por tierra tu planificación.
¿Qué influye en el presupuesto de una reforma de una vivienda unifamiliar?
Una de las primeras cosas que hay que tener en cuenta es el tipo de reforma a la que te enfrentas. Es decir, la envergadura de los cambios y trabajos a realizar.
En general podríamos decir que el presupuesto de reforma de una vivienda unifamiliar va a variar según sea:
- Reforma estándar. Esta reforma implica pocos cambios. Se hacen en viviendas que en general están en buenas condiciones y lo que se busca es más bien un lavado de cara con la actualización de algunas cosas concretas.
- Funcional. Lo que impera es conseguir espacios prácticos. Lo que suele implicar cambios en la distribución de las estancias (mover o derribar tabiques, eliminar barreras arquitectónicas…) y búsqueda de mayor capacidad de almacenaje.
- Energética. Son reformas destinadas a proporcionar un mejor aislamiento de la vivienda que pueden suponer trabajos para bajar techos, poner aislamiento en paredes y techos y cambiar puertas y ventanas. También conlleva cambiar o actualizar los sistemas de climatización y calefacción.
- Seguridad. Revisión y cambio de las instalaciones eléctricas, de gas y de agua para prevenir cualquier tipo de accidente y garantizar la seguridad y correcto funcionamiento.
- Búsqueda de confort. Son reformas que pueden variar en su profundidad según el estado de la vivienda y el grado de confort deseado. Pueden implicar cambios de distribución, modernización de las instalaciones y también diversos temas relacionados con la estética.
- Reforma integral. Es una obra de más envergadura en la que se actualizan y revisan las instalaciones, puede haber cambios en la estructura y distribución de los espacios interiores o incluso se puede ampliar la vivienda. Es decir, una obra completa.
A la hora de hacer números además del tipo de reforma en la que te embarcas, también hay que incluir los gastos derivados de permisos y licencias, de los materiales y sus calidades y también de los plazos de ejecución, entre otros aspectos.