Reforma de un piso pequeño para ganar eficiencia energética

Una casa confortable en cualquier estación del año y que no consuma mucha energía. Eso es a lo que aspiramos todos, la cuestión es cómo conseguirlo. Una solución fácil es realizar una reforma de tu piso pequeño que proporcione la eficiencia energética que necesitas. 

Es cierto que solo de escuchar la palabra reforma nos entran temblores por el dinero que supone y el engorro de las obras. Pero una obra bien planteada, bien diseñada y bien ejecutada va a ser la mejor inversión que hayas hecho

Para ello tienes que contar con un estudio de arquitectura con experiencia que analice tu caso, realice un proyecto a medida y se encargue de todas las fases de la ejecución. 

Como una reforma de un piso pequeño mejora la confortabilidad de tu hogar

Para alcanzar el confort y la eficiencia energética en un piso hay que centrarse en el aislamiento de la vivienda. Dependiendo de la antigüedad de la finca es muy probable que tu piso no cuente con ninguna medida concreta destinada a aumentar el aislamiento. 

Los puntos clave son paredes, techos, ventanas y puertas. En una reforma de un piso pequeño es muy importante no malgastar ni un centímetro, pero los que se pierden en aislamiento son los mejor invertidos. Además, la tecnología y la calidad de los materiales que se utilizan actualmente contribuyen de manera notable a reducir el impacto.

El aislamiento de paredes, sobre todo las exteriores, de techos y suelos va a hacer que tu piso sea más estanco

Las ventanas son un punto de fuga que hay que vigilar. Unas ventanas con buenos perfiles de aluminio o PVC y con cristales con rotura de puente térmico, van a contribuir en gran medida a la confortabilidad y a la eficiencia energética. Un dato evidencia su importancia: unas ventanas de calidad pueden conseguir un ahorro de hasta el 70% en la factura de gas y electricidad. 

Sistema de calefacción y refrigeración eficiente

Otro aspecto de vital importancia para conseguir una mayor eficiencia energética es disponer de un sistema de calefacción y de refrigeración que optimice el consumo. En el caso de la refrigeración un sistema de conductos que recorra la vivienda es una buena forma para conseguir una temperatura agradable. Al igual que una calefacción con termostatos que permita establecer la temperatura que se desea. Estos sistemas pueden aumentar su eficiencia si se instala un sistema de domótica para controlar, entre otras cosas, la temperatura que deseamos en cada momento sin necesidad de estar en casa.